El pueblo de La Adrada tiene cumbres y la cumbre. No destaca por altura. Tampoco por belleza. No esconde un bosque frondoso ni tampoco una cuerda singular. Sus mitades se reparten entre el valle del Tiétar y el valle de Iruelas, y sus laderas andan compartidas por Casillas, Sotillo, La Adrada y El Tiemblo. Esconde la mejor fuente del valle y un perfil de postal.
Si lo encuentras de lado, el Alto del Berrueco te recordará a una ola a punto de romper. Si lo ves de frente, no es más que una panza que pierde árboles según asciende hasta convertirse en canchal desordenado. Su cresta es zona de paso y recibe el vaivén de personas del puerto de Casillas al Cerro de la Escusa, un casi 2.000. Su piedra más alta, inmortalizada con una cruz, se sitúa a escasos 1.800 metros. Y sus vistas fijan la sierra de San Vicente al sur, la sierra del valle del Tiétar al oeste, el pantano del Burguillo al norte y la resquebrajada cuerda adornada por el Alto del Mirlo, perteneciente a Casillas, que saluda a la capital al fondo. Un espectáculo.
Se puede coronar de abajo a arriba y de lado a lado. Y si el día no está lluvioso ni ventoso, también se puede bordear de sur a este. Siempre es buen consejo llevar un buen bocata para disfrutarlo sentado en lo más alto contemplando el quehacer de los buitres en el cielo.
Recorridos
La ruta comienza desde la Iglesia del Salvador. Toma la callejilla de la Mercería y pone rumbo al camino forestal que sube hacia el Martinete, arrollo que nutre con fuerza al Tiétar en los meses de invierno y primavera. Existe la posibilidad de realizar múltiples variantes para subir, pero destaco las que me parecen más sencillas, aunque no sean las más cortas:
1.- Subida por el castañar hasta ‘La Cagalera’. Arboleda poblada de helechos junto a una garganta que, una vez cruzada, te sitúa en el kilómetro 2,5 de la pista del Charco de la Hoya.
2.- Por la presa y tomando la pista forestal del Charco de la Hoya. Sería la variante fácil, ya que es subir la carretera asfaltada hasta el cruce con la primera pista de tierra grande que sale a la derecha, después de dejar la presa a la izquierda. Esta variante puede añadir aproximadamente 3 kilómetros a la ruta.
A pie o en bicicleta
La subida a El Berrueco a pie, ya sea andando o corriendo, es relativamente sencilla, si Este último tramo se habilitó algo más para poder sofocar un incendio en el verano de 2019, originado por un rayo durante una tormenta, y las máquinas habilitaron el espacio para que pudieran subir camiones.
Aunque las lluvias caídas durante 2020 han provocado la rotura del firme y hay zonas de trialeras complejas en la parte más alta, antes de asomar a la cuerda. De ahí en adelante una rampa de unos 90 metros de longitud y +150 metros positivos nos sitúan la corona de roca de su cumbre.
También se puede subir en bici hasta el final de la pista forestal, pasada la Fuente del Berrueco, en la base de las rocas. No es la cumbre, pero las vistas y la paliza en las piernas merecen la pena. Y el camino está relativamente bien para subir con una bicicleta de montaña.
Fuentes
El camino cuenta con varios puntos para rellenar depósitos. La primera se sitúa en la pista forestal del Charco de la Hoya, tras superar una doble S en rampa dura que siempre suele estar disponible, incluso en verano. Una segunda fuente al finalizar la subida al ‘reventón’, en el camino que orienta hacia el Barro Colorao, aunque este caño suele estar cortado últimamente. La tercera, siempre disponible e imprescindible, la Fuente del Berrueco, una lujosa bañera que recoger un caño con agua de temperatura ideal. Y la cuarta, escondida y vital para más de un despistado, un caño tapado ya en la zona de apretura.