Una de las rutas más interesantes y exigentes de La Adrada, de algo más de 26 kilómetros y 1.520 metros de desnivel positivo, que recorre la cuerda desde el Berrueco hasta Majaltobar para descender hasta el pueblo muy rápido casi en línea recta. La subida se realiza por la vereda del Jornillo muy directa hasta Caseta Collado. El cruce del Berrueco transcurre por el canchal, por la base de la roca para salir a la Escusa. Una vez enganchada de nueva la cuerda, solo queda coger la autopista durante un buen rato. Las vistas y las vacas que ahí te encontrarás son espectaculares.
FUENTES
- El Jornillo (km 3,5)
- Fuente del Berrueco (km 9)
- Majaltobar (km 19)
- Arroyo Jerrero (km 19,8)
Subida por el Jornillo
El ascenso se hace por la calle del Chorrillo, que se convierte en una vereda bonita entre árboles que cruza con la pista que bordea por detrás la urbanización La Solana. En ese cruce, unos 100 metros más adelante, se toma la salida a la izquierda para cruzar la garganta y subir por el arrastradero que acorta hasta la pista más arriba.
Se cruza de frente todo por vereda y se sube directamente hasta la fuente El Jornillo. Se toma el camino que sale por detrás y que dirige el camino hasta las zonas altas del Borbollón. Este tramo es especialmente bonito, con vistas impresionantes de las partes altas de Majaltobar y el puerto de Navaluenga a la izquierda. También resaltar que la dureza de la subida es considerable, ya se haga corriendo o andando. Desde el pilón son unos 3 kilómetros y medio subiendo sin descanso cortando con la pista baja que rodea el Borbollón. Allí, para llegar a Caseta de Collado, tenemos la opción seguir la pista a izquierdas o cruzar de frente orientándonos o siguiendo invisibles veredas para acortar hasta el collado, lugar en el que retomaremos la subida en pista hasta la fuete del Berrueco.
Bordear el Berrueco
Después de la parada obligatoria para rellenar agua en la mejor fuente del Valle del Tiétar, subimos la mitad de la apretura hasta coger la primera fila de hitos hacia la izquierda, dirección a la base del Berrueco, con la intención de bordear el canchal por la parte baja. Eso sí, ojo si se hace esta ruta un día de lluvia por lo complicado de este paso si las piedras están mojadas, sobre todo en el tramo final para acceder a la Escusa.
Llanear por la cuerda
El enganche se hace por el cruce con la Escusa, sin necesidad de coronar el Berrueco. Por delante nos quedan unos 350 metros positivos de vereda con piedras y después tramo de cuerda con piedra suelta hasta llegar a la meseta de la cima de la Escusa, con la estación meteorológica abandonada coronando. En total 2,5 kilómetros de tramo. Momento para encaramarse al geodésico y divisar buitres, cimas y largas vistas.
La cuerda continúa sin pérdida hasta un cruce con linde antes de que la pista se pierda rumbo a Navaluenga, por la trasera de la Escusa, tras recorrer unos 3oo metros desde lo alto de la cima. La anchura se reduce a un estrecho camino entre piornos y cambriones que va recorriendo la cuerda durante 3 kilómetros aproximadamente, con algún que otro repecho y subida de piedras para salvar el alto de la Atalaya y otear al fondo el puerto de Navaluenga, Lanchamala y La Serradilla.
Cruce a Majaltobar
Superado el kilómetro 16,5 de la ruta hay que estar atento para localizar un hito de bajada a la altura de Majaltobar. La dirección de bajada va más o recta los primeros 400 metros y tiende a borderar de derecha a izquierda en el sentido de la bajada, para esquivar la multitud de piornos que hay en esta zona.
El camino tiene varios hitos para señalizar y facilitar algo la ascensión y el descenso por esta zona, pero no están todos los necesarios para poder descuidar mucho la atención, ya que no es una zona abierta y clara.
La senda se hace un poco más sencillas tras superar el kilómetro 17, momento en el que el camino, abierto por los animales que por allí campan, se abre algo más y nos dirige hasta una de las praderas repletas de vacas, cerca del gran hito de Majaltobar. Una vez situados en ese claro, la bajada se realiza recta por la cresta entre gargantas por la que desciende todo el agua de la zona. Es una zona compleja y algo dura, ya que tiene mucha piedra suelta y hay una importante pendiente. Y según nos acercamos más a la zona baja, nos encontraremos con la fuerza de la caída del agua, por lo que es muy posible que sea una zona impracticable e inaccesible durante el invierno.
Descenso difícil hasta el cortado
El fuerte descenso es de medio kilómetro (kilómetro 18) y la secuencia de hitos desemboca en un salto de una de las gargantas, rumbo a dos de los pocos tejos que quedan en el monte. De ahí, sale una senda en diagonal y a derechas para continuar con el descenso, que nos dirige por el cortafuegos vertical que sale a la parte izquierda de las portaleras, según el sentido de la bajada. (Ver ruta del kilómetro vertical de Majaltobar).
El resto de bajada es una maravilla. A través del bosque, iremos primero de fuente a fuente hasta arroyo Jerrero, y continuaremos por la vereda de la repentina que nos situará en apenas 4 kilómetros en la presa. La bajada sigue por la vereda que prolonga el descenso por la izquierda del Cabildo y que enlaza con la pista forestal asfaltada, ya sin pérdida hasta La Adrada.